Parlamento Veracruz
Juan Javier Gómez Cazarín
La cultura popular parece tener un dicho cargado de sabiduría para cada situación. ¿Qué tan cerca debe estar una vela votiva presentada ante una figura sagrada? Fácil: ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre. Ni muy cerca, ni muy lejos, porque los extremos son malos.
A veces pareciera que el arte de la vida consistiera en una permanente búsqueda de encontrar los justos medios para todo y en la habilidad, disciplina, sensatez y coraje de permanecer en ellos.
La Jornada Nacional de la Sana Distancia nos enfrenta a ese reto. Lamentablemente, nuestra economía no es la de China, España, Italia o la Ciudad de Nueva York. Al contrario de aquellas economías, aquí millones de compatriotas no pueden darse el lujo del confinamiento en sus casas. Para ellas y ellos no hay la comodidad de la televisión por Internet, ni la comida llevada a la puerta de sus domicilios.
Algunas y algunos son muy pobres, otros no tanto, pero todas y todos viven del flujo diario de la economía. El taxista, la señora de los pollos asados, los chavos que abrieron una cafetería, el señor de la tienda de abarrotes, el pintor de casas, el esquitero, la señora de la pastelería, los músicos de la calle. Ellas y ellos viven la doble angustia de temer por su salud y de llegar al final del día con las bolsas vacías. Y por ratos no saben a cuál de las dos tenerle más miedo.
Así como casi nadie ha dejado de ir al súper por despensa, con los cuidados adecuados -yendo una sola persona, dejando en casa a los mayores, lavándose las manos, guardando la distancia-, también podemos comprarnos ese pollo asado, ese café, ese pan de dulce o esa bolsa de naranjas. Podemos comprar en la tienda de la esquina. En Nueva York, por ejemplo, están comprando certificados: págueme ahora y píntese el cabello otro día.
Una sola acción nuestra puede cambiar el color del día para una persona y para una familia.
Ese es, en el fondo, el mensaje que nos ha mandado una y otra vez el presidente Andrés Manuel López Obrador. Cuidémonos, pero sin histeria. Esta pandemia no es el fin del mundo y, por ello, necesitamos que el mundo siga aquí para cuando la pandemia acabe.
En medio de todo esto, una noticia para celebrar: el anuncio del gobernador Cuitláhuac García Jiménez de una serie de medidas para apoyar a la economía. 10 mil micros y pequeños empresarios podrán acceder a créditos de 10 mil pesos, con un periodo de gracia de cuatro meses y sin intereses. Así, se inyectarán 100 millones de pesos a la economía donde hace mucha falta.
Pero eso no lo será todo. Sumémonos a respaldarlos sin dejar de tener precauciones. Sin quemar al santo, pero sin dejar de alumbrarlo.
Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.